Como por ejemplo.
Cuando por fin te llama te da un vuelco el corazón y te dispones a tener una conversación muy profunda:
- ¿Qué haces?
- Nada.
- Nada.
Y así, dos horas de conversación profunda y otras dos para colgar:
- Bueno, pues cuelga.
- No, cuelga tú.
- Tú primero.
- No, tú.
- Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
- No, cuelga tú.
- Tú primero.
- No, tú.
- Contamos tres y colgamos los dos a la vez.
- Uno, dos y tres.
Y si cuelga el, te quedas jodido y piensas que tú le quieres más. Y le vuelves a llamar:
Y si cuelga el, te quedas jodido y piensas que tú le quieres más. Y le vuelves a llamar:
- Oye, me has colgado.
- ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
- ¿Pero no has dicho que contáramos hasta tres?
- Sí, pero no tan rápido
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